Lee la historia completa de nuestra experiencia de vida salvaje en Río Coco.
- LA DECISIÓN - I -
- PRIMER CONTACTO - II -
- LOS PREPARATIVOS - III - Estás leyendo.
- LA PARTIDA Y LA REALIDAD AL DESCUBIERTO - IV -
- LUCHA EXTREMA - V -
- LOS INDÍGENAS GUAYMIES - VI -
- LA RECOMPENSA DE VIVIR VIAJANDO CON MOCHILA - VII -
- CÓMO IR A RÍO COCO Y CONSEJOS PRÁCTICOS - VIII -
Primeras dudas y preparativos para nuestra experiencia de vida salvaje
Una semana para preparar la ida e instalarnos en Rancho Coco y una serie de pensamientos nos asaltaban:
- Alimento: sin cocina, sin agua, sin electricidad para conservar.
- Transporte: ¿Cómo llevar 100 kg de carga durante 7 km por la playa?
- Día a día: sin electricidad, tirar de linternas atrae muchos insectos, las candelas son caras.
- Suministros: previsión de suministros semanales, posibles accidentes.
Proyecto para poder transportar la carga. Piezas elementales en Cabinas Carol. |
Pablito para todo es calma, máxime cuando vivió en esas condiciones, y peores, durante mas de 15 años y sólo casi siempre. Pero nuestra zona de confort aun nos rodeaba. Había que intentar reducir el impacto sobre nuestro ánimo, a pesar de que Pablito lo veía todo fácil.
Para llevar la carga de Pavones hasta Punta Banco no había problema. Se haría en coche. Pero los últimos 7 km por la playa si que lo eran. Pensando que teníamos que llevar:
- Un colchón de mas de 25 kg.
- 2 tablas de surf.
- Ropa para un mes.
- Equipo electrónico.
- Alimento y bebida para una semana.
- Otros enseres de limpieza, trabajo y hogar.
Preguntando e investigando qué tipo de comida podíamos llevar que no necesitase conservación. Las opciones se iban esfumando:
- Leche. sólo en polvo.
- Zumo. no era posible porque por el calor se echaba a perder. Decidimos usar Tang (refresco en polvo)
- Lácteos: imposible para conservar mas de un día.
- Carnes y pescado: imposible para conservar mas de un día.
- Frutas: hay muchos árboles de fruta en Rancho Coco, pero en esa época ninguno los daba. No era posible conservarla.
- Verdura:se reducía a patatas, chayote, repollo y zanahoria.
Con el tiempo y la experiencia, fuimos aprendiendo, y aunque comíamos básico, al menos nos alimentábamos. Menos cuando las provisiones no llegaban y lo hacíamos durante algunos días con una comida básica principal (pasta o arroz) desayunando coco y cenando coco.
Pintado el conjunto, faltaban las ruedas. Cabinas Carol. |
La electricidad nos condicionaba en muchos sentidos:
- Por la imposibilidad de conservar los alimentos.
- Por la imposibilidad de hacer vida en la noche, sólo en la habitación, con los consecuentes momentos muertos, sin poder leer, ni escribir. Sólo charlar o dormir. Ten en cuenta que la noche cae a las 6:00 PM.
- Por la imposibilidad de usar elementos electrónicos. Y da mucho que pensar la dependencia absoluta que tenemos de ellos.
Las soluciones
Un total de unos 100 kg que podrían ser llevados a caballo por algún indígena, pero que no sabíamos si sería así. Por lo que decidimos fabricar un carro para hacerlo empujando.
Con dos escuadras delanteras de bicicletas, cuatro hierros transversales y dos palos de madera de balsa para reducir peso. Todo atado con alambre y cámara de bicicleta vieja, nos fabricamos un carro en dos días que parecía consistente y nos acercaba mas a nuestra expericia de vida salvaje.
Terminado con madera de balsa y listo para transportar. Cabinas Carol. Pavones. |
Nuestra solución para la iluminación fue fabricar lámparas de aceite con latas de atún y mecha hecha con hilos de fregona (palo piso). El aceite era usado y nos lo dio una soda de Pavones.
Este pequeño invento, realmente nos hizo la vida mucho mas fácil allí. Porque no se apagaban con el viento en nuestra habitación sin paredes. Porque duraban de forma contínua unas 5 horas o mas (una vela duraba una hora o dos máximo), con el consecuente ahorro brutal de dinero y la seguridad de una pequeña luz en mitad de una selva salvaje.
La comunicación era algo que nos preocupaba mucho. Ahora, en la distancia, nos damos cuenta mas aún de que si hubiéramos tenido algún problema, habríamos sufrido, seguramente, consecuencias terribles. Si tenemos en cuenta que:
- El pueblo mas cercano (Punta Banco), se encuentra a 7 km por la playa (1,5 h caminando), condicionado por las horas de marea, una puerta de unas 4 horas al día. Si algo pasaba fuera de esa puerta de tiempo, estábamos aislados. El otro pueblo (Vista Mar), está a 2 horas caminando por la selva, con la imposibilidad de usarlo en la noche por lo peligroso de las picaduras de culebras terciopelo. Luis y su familia, que vivían a 30 minutos hacia la montaña. Con la misma imposibilidad de usarlo en la noche, ya que las culebras son nocturnas y hay muchísimas.
- No había cobertura de ningún tipo de teléfono, ni internet, ni nada parecido.
- Muy pocas personas pasaban por allí. Quizás una o dos cada varios días.
Nuestra única posibilidad real de comunicación era Luis e ir a Punta Banco cada 5 o 6 días, para coger provisiones, beber algo frío, y tener algo de contacto con la civilización.
Terminado y probando, aunque sólo con las tablas. Cabinas Carol. Pavones. |
Una semana de preparativos, ilusionados, espectantes y emocionados. Una semana combatiendo con la incertidumbre de no tener nada realmente atado y concreto. Por esa maldita costumbre que tenemos los que venimos de una cierta zona de confort de tener todo previsto y seguro. Pero amigo si quieres vivir viajando y tener experiencias de este tipo, toma nota de esta lección y aprende que por mucho que quieras, nunca nada es seguro. Y menos aún si hablamos de naturaleza salvaje, porque ahí tú no eres el rey, eres un animal mas, y si no te adaptas, tendrás muchos problemas. Así que paciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario